El triángulo es un instrumento percutido de metal, perteneciente al grupo de los idiófonos, porque el sonido resultante es fruto de la vibración del metal tras ser golpeado con la baqueta.
El triángulo es una barra o estructura cilíndrica de acero doblada en forma de triángulo, como su nombre indica, con la particularidad de que uno de sus vértices queda abierto. Normalmente, el ejecutante no sostiene directamente el instrumento haciéndolo por uno de sus lados sino mediante un cordel que, atado al vértice superior, sirve para suspenderlo.
El sonido del triángulo es agudo y de altura indefinida, lo que no significa que no genere notas determinadas. El músico puede hacer que el sonido del triangulo sea abierto o cerrado según como lo sostenga. El triángulo posee gran sonoridad, lo que permite que sea oído por encima de la orquesta. Es usado en la música cajún de Louisiana y en el forró brasileño.
En la música clásica, se ha usado en la orquesta desde mediados del siglo XVIII. Mozart, Haydn y Beethoven lo utilizaron frugalmente. La primera pieza en hacer al triángulo prominente fue el "Concierto para piano No.1" de Liszt, donde es utilizado como instrumento solista en el tercer movimiento. Se aprecia también en el tercer movimiento de la sinfonía No.4 de Brahms, y en la "Marcha Nupcial" de la ópera "Lohengrin", de Wagner. El triángulo es manejado extensivamente en la sinfonía en Mi mayor de Hans Rott.
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