Las castañuelas o palillos, son un instrumento musical de percusión, de madera, conocido por los fenicios hace tres mil años . Gracias al comercio y al intercambio sociocultural, se expandieron rápidamente por los países del Mediterráneo, como la actual Croacia, o la Italia meridional, y otros, como Eslovaquia; aunque España es el país que mejor las ha conservado, desarrollando su uso, y en el siglo XX el franquismo las convertió en un instrumento nacional, como también la guitarra española, clásica o flamenca.
Las castañuelas están formadas por dos pequeños trozos de madera (de castaño, palo santo, granadillo,...), en forma de hoyo, perforados, unidos con un cordón ornamental, principalmente de color rojo o negro (en la antigüedad fabricadas con tendones de cerdo o de caballo), que se coloca alrededor del dedo gordo. Sus partes constan de la concha que es la parte principal donde se suceden las resonancias, los labios donde golpean los labios que limitan con la concha, que al golpear los opuestos generan ruidos, el punto que es el lugar donde el radio de la castañuela llega en su extremo inferior en el eje vertical, la oreja o besuña donde van atados los tendones o sogas que unen ambas caras de la castañuela y finalmente el corazón o himen central cóncavo que es la cara interna de la castañuela. Los tonos de los pares son distintos: el más bajo se llama macho y el más alto hembra.
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